Y que sería de nuestra escuela y sus maestros y maestras sin nuestro alumnado, sin jóvenes con inquietudes y ganas de aprender, personas adultas con necesidad de formación.
Por esa necesidad de formación, en este caso del aprendizaje de un idioma, el castellano, hace unos años que funciona la Escuela de Mujeres Marroquíes, que
solicitaron ellas mismas, para integrarse en la vida del pueblo.
En estas clases dicen que lo pasan bien, aunque
unas actividades les gustan más que otras. Con la lectura de cuentos, como
“Hombre de color”, se divierten un montón y no menos con las historias de
mujeres, porque se parecen un poco a ellas. Lo más difícil es aprender las
vocales, pero… seguirán estudiando.
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